martes, 14 de diciembre de 2021

☨ CUANDO LA HISTORIA SUPERA A LA FICCIÓN CAPITULO 5 ✠

La historia de la orden del temple capitulo quinto imagen uno

 LA HISTORIA DEL TEMPLE | CUADERNO N º 0 | CAP. 5 ✠

                            
Santiago Soler Seguí - Valencia
 Cuadernos Templarios - Cuaderno nº0 
Valentia Mediavelis


ESTABLECIMIENTO DE LA ORDEN DE LOS TEMPLARIOS 

En el mismo año, varios hombres nobles de la caballería, hombres dedicados a Dios, piadosos y temerosos, dedicados al servicio de Cristo, le dieron al señor Patriarca, según la costumbre del clero católico, votos para vivir en el futuro con castidad obediencia y sin ninguna propiedad. 

Entre ellos, los primeros lugares estaban ocupados por los venerables hombres Hugo de Payens y Geoffrey de Saint-Omer. Como no tenían una iglesia ni un lugar determinado, el rey les dio una vivienda por un tiempo en esa parte del palacio, que en el sur linda con el templo del Señor. 

Los canónigos del templo del Señor les cedieron, bajo ciertas condiciones, el área que tenían frente al palacio para edificios agrícola; Además, el rey con sus primeros nobles y el patriarca con prelados, les proporcionaron, parte por un cierto tiempo, y parte para siempre, los beneficios necesarios de sus dominios. 

El primer deber que les confió el patriarca y otros obispos, como medio de absolución, fue principalmente proteger, en la medida de lo posible, a los peregrinos del ataque de los asaltantes.

Durante los primeros nueve años usaron el vestido secular que la gente les dio, como parte de buena acción. Pero después de este tiempo, cuando en Francia se celebró el concilio de Troyes, concilio al que asistieron los arzobispos de Reims y Sens con su clero, el obispo Albano, los legados del trono apostólico, así como los abades cistercienses y de Claraval, Pontigny y muchos otros, y recibieron, por orden del papa Honorio y del patriarca de Jerusalén Esteban, una regla y una túnica determinada, de color blanco. 

En estos nueve años, su orden no era de más de nueve caballeros, pero a partir de ese momento su número comenzó a aumentar y las posesiones se extendieron, por lo que, como dicen, bajo el Papa Eugenio, comenzaron a usar cruces de tela roja en sus capas, para distinguir tanto a los caballeros como a sus hermanos más jóvenes, llamados sirvientes. 

Más tarde, la orden creció hasta el punto de que actualmente está formada por casi trecientos caballeros que visten capas blancas, y se consideran innumerables sus hermanos menores. Se dice que sus posesiones en este y en el otro lado del mar son tan vastas que no hay país en el mundo cristiano que no traiga impuestos a esta hermandad por sus tierras, y su riqueza puede llamarse real. 

Como su hogar estaba cerca del templo del Señor, como dijimos anteriormente, en el palacio real, entonces fueron llamados templarios. 

Durante mucho tiempo permanecieron fieles a su llamamiento y lo cumplieron con gran inteligencia; pero posteriormente dejaron de lado su humildad, protegiendo todo valor y evitando toda desgracia, mientras se guardaba en el corazón, rechazaron su dependencia del patriarca, a quien debían la institución de la orden y las primeras donaciones, y rechazaron la obediencia que sus predecesores tenían respecto de él. También se convirtieron en una carga para las iglesias del Señor, ya que les quitaron el diezmo y los primeros frutos e hicieron ataques injustos contra sus propiedades.

La historia de la orden del temple capitulo quinto imagen dos
Folio 60r del manuscrito Ms 095. Capítulo VII del Libro XII de la Historia Rerum in Partibus Transmarinis Gestarum. De la fundación de la Orden del Temple. Cambridge, Corpus Christi College.

La Historia Rerum in Partibus Transmarinis de Guillermo de Tiro fue escrita entre los años 1163 y 1173, siendo rey de Jerusalén Amalrico I. 

Según afirman algunos historiadores, está crónica del arzobispo de Tiro se debió de basar en las crónicas de otros tres cronistas anteriores (31), Alberto de Aix, Raimundo de Aguilers, y Fulquerio de Chartres.

La crónica de Alberto de Aix, Historia expeditionis Hierosolymitanæ as canonicus Aquensis, finalizaba con la muerte del rey Balduino I en abril del año 1118, por lo tanto, no nos ofrece ninguna información relativa a la fundación de la Orden del Temple, al margen de los datos que antes vimos.

31 Ricardo da Costa. Los inicios de la Orden del Temple según Guillermo de Tiro (c. 1127-1190) y Jacobo de Vitry (†1240). Año 2004.


La historia de la orden del temple capitulo quinto imagen tresDetalle del folio 110v del manuscrito MS 026. Chronica Maiora. Mateo de París. Cambridge, Corpus Christi College. Dos templarios sobre el mismo caballo.

Tampoco Raimundo de Aguilers nos ofrece en su Historia Francorum qui ceperunt Iherusalem datos interesantes sobre el momento de la creación del Temple, ya que este cronista se limita a relatar los acontecimientos acontecidos durante la primera cruzada y la toma de Jerusalén.

Del mismo modo Fulquerio de Chartres no nos ofrece información sobre el nacimiento de la Orden, y todo ello, a pesar de que su crónica finaliza ya en el año 1127. Ni tan siquiera se digna a nombrar el concilio de Nablus, cuando Hugo de Payns junto con sus compañeros realizo sus votos frente al rey y al patriarca de Jerusalén.

Sin embargo, Simón de Saint Bertín, en su crónica Gesta abbatum Sancti Bertini Sithensium escrita entre los años 1135 y 1137, nos decía lo siguiente:

"Durante el reinado de Godofredo, algunos de los cruzados decidieron no regresar a la oscuridad del mundo pecaminoso, habiendo soportado tantos peligros en el nombre del Señor. Siguiendo el consejo de los líderes del ejército de Dios, se dedicaron al templo del Señor, abandonando el alboroto mundano, y dejando sus propios feudos para mantener y llevar una vida juntos en castidad, usando hábito pobre y sencillo, y poniendo sus armas sol al servicio de la protección de las tierras contra los ataques de los paganos".

Interesante resulta también el relato del obispo de Havelburg, quién en sus diálogos, hablaba así sobre la fundación de la Orden del Temple:

“una cierta institución religiosa nueva se fundó en Jerusalén, la ciudad de Dios. Unos laicos, hombres religiosos, se han congregado allí y apartándose de la ropa superflua y costosa, se han dispuesto a defender el glorioso Sepulcro del Señor contra las incursiones de los sarracenos [...] el papa Urbano confirmó la forma de vida de estos hombres y sometió al parecer de muchos obispos que todo aquél que se pusiera en esta sociedad con la esperanza de vida eterna, y perseverara en ella fielmente, debía tener la remisión de todos los pecados. Confirmó que éstos no tienen menos mérito que cualquiera de los monjes o canónigos, se llaman a sí mismos los caballeros del Temple. Después de haber dejado su propiedad, viven una vida común y luchan bajo un voto de obediencia a un maestre”. (32)

Orderico Vitalis, Ricardo de Poitou, Gualterio Map, Albericus… todos ellos reflejaban de una manera u otra el nacimiento de una orden novedosa, y en muchos casos, incomprendida, que estaba llamada a ser una de las grandes protagonistas de la Historia.

32 Análisis crítico-jurídico del proceso a la Orden del Temple. José Eugenio Domínguez. Alarcón. Año 2005.

La historia de la orden del temple capitulo quinto imagen cuartaDetalle del folio 132r del manuscrito Français 9081. Historia rerum in partibus transmarinis gestarum, Guillermo de Tiro. Biblioteca Nacional de Francia. Balduino II y el patriarca de Jerusalén recibiendo los votos de castidad, pobreza y obediencia, junto al voto de proteger a los peregrinos y los Santos Lugares por parte de los primeros templarios.

Mientras que, de todas las partes del mundo, ricos y pobres, jóvenes, viejos y niños acudían a Jerusalén para visitar los Santos Lugares, ladrones y salteadores plagaban y tendían emboscadas en los caminos que transitaban los peregrinos, despojándolos y masacrándolos.

Algunos caballeros amantes y devotos de Dios renunciaron a la mundanal vida y se ofrecieron a Cristo realizando una solemne profesión de votos y fe, los cuales fueron pronunciados ante el patriarca de Jerusalén, y se comprometieron a defender los peregrinos contra estos ladrones y salteadores, a proteger los caminos, a luchar por el rey soberano, y a vivir como los canónigos regulares en los votos de obediencia y castidad, abandonando sus propiedades. 

Los principales entre ellos, fueron dos hombres venerables y amigos de Dios, Hugues de Payns, y Godofredo de Saint- Aldémar.

Al principio no fueron más que nueve los que tomaron una resolución tan santa. Durante nueve años sirvieron como seculares vistiendo las ropas que les daban los fieles. El señor rey, los caballeros y el patriarca, llenos de caridad por estos nobles hombres que habían dejado todo por Cristo, los sustentaron con sus propios recursos, y les concedieron, por el bien de sus almas, algunas donaciones y propiedades. Como no tenían ninguna residencia fija ni una iglesia que les perteneciera, el rey les cedió por un tiempo una pequeña vivienda en una parte de su palacio, cerca del templo del Señor.

El abad y los canónigos del mismo templo les concedieron también, para sus necesidades el lugar que les pertenecía al lado del palacio del rey. Y como tuvieron desde entonces sus viviendas cerca del templo del Señor, fueron llamados hermanos caballeros del Temple. Cuando llevaban nueve años de profesión de fe y santa pobreza, viviendo en esta casa, todos en común y como un solo hombre, en el año de gracia de 1128, obtuvieron una regla, de acuerdo con las órdenes del señor papa Honorio y del señor Esteban, patriarca de Jerusalén, y se les dio un hábito blanco sin n cruz. Esta decisión fue adoptada en el concilio de Troyes, en la villa de Champagne, bajo el mandato del obispo de Albano, legado de la Sede apostólica… (33)

La Historia Orientales seu Hierosolymitana de Jacobo de Vitry o la crónica de Ernoul, entre otras, al igual que el resto de los textos que hemos nombrado, nos proporcionan entre sus líneas, datos, noticias y acontecimientos, que quizás a simple vista no nos parezcan de gran interés, pero que sin embargo, y si profundizamos un poco en ellos, nos ayudarán a comprender mejor cual fue el inicio y el motivo del nacimiento de una orden que estaba llamada a escribir en mayúsculas las páginas de la historia, una orden cuya influencia y cuyo alcance, a pesar de su trágico final, ha llegado hasta nuestros días.

Quiero describir ahora sobre los templarios y la manera en que fueron creados

Cuando los cristianos conquistaron Jerusalén, muchos de los caballeros se consagraron al templo del Santo Sepulcro, y después muchos de todas las partes se ofrecieron también a lo mismo. Y obedecían a los priores del Sepulcro. Los que lo hicieron eran buenos caballeros y se preguntaron entre sí y dijeron: Hemos dejado nuestras tierras y a nuestros seres queridos, y hemos venido a este lugar para devolver y honrar la ley de Dios. Nos detuvimos aquí para comer, beber y gastar dinero, sin hacer nada más. Ni siquiera realizamos acciones de armas a pesar de la necesidad que este país tiene de ello. Obedecemos a un sacerdote y estamos aquí sin combatir. Tomemos pues una decisión y elijamos maestre a uno de nosotros para que, con el permiso de nuestro prior, nos dirija en la batalla cuando sea necesario. En ese momento Balduino era el rey. Así que llegaron a él y le dijeron: Señor, por Dios, aconséjanos. Hemos resuelto hacer a uno de nosotros maestre que nos mande en la batalla para ayudar al país. El rey se sintió muy interesado, y les contestó que de buen grado accedería a su petición y les ofrecería su ayuda. Después, el rey convocó a consejo al patriarca, a los arzobispos, a los obispos y a los príncipes para escuchar sus opiniones. Se reunieron entonces en concilio y decidieron lo que había que hacer. Y vino el rey a ellos y les ofreció tierras y castillos y pueblos. Y el rey y sus consejeros lograron convencer al prior del Sepulcro para que los eximiera de la obediencia a él y los dejara marchar. Y cambiaron el emblema del hábito del Sepulcro de la que aún conservan una parte. La divisa del Sepulcro es una cruz roja con dos travesaños, igual que la que llevan los del Hospital, y la del Temple es también roja con una cruz de un solo travesaño. El Hospital los echó del Templo y les concedió las sobras y la enseña que ellos llaman bauçant. Ahora les diré por qué se llaman templarios. Cuando abandonaron el Sepulcro no tenían ningún lugar donde quedarse, y el rey, que tenía tres lujosas residencias en la ciudad de Jerusalén: una arriba en la Torre de David, otra abajo frente a la Torre de David, y una tercera frente al Templo, donde se hicieron ofrendas al Señor. 

Esta residencia se llama el Templo de Salomón y es la más suntuosa. Ellos le solicitaron al rey que les facilitara esa residencia hasta que pudieran construir otra. El rey les cedió esa, la que llamaban el Temple de Salomón, de donde tomaron el nombre de templarios, con la condición de que se establecieran allí. En este lugar comió el rey cuando llevó la corona de Jerusalén. Luego construyeron a su lado una casa hermosa y lujosa, que los sarracenos arruinaron cuando conquistaron la ciudad, de modo que, si el rey quería tener la suya, ellos pudieran quedarse allí. (34) 

33 Historia Orientalis seu Hierosolymitana. Jacobo de Vitry.
34 Chronique d’Ernoul et de Bernard le Tresorier. Ed. L. de Mas Latrie, Paris, año 1871. 

La historia de la orden del temple capitulo quinto imagen quintaDetalle del folio 313r del manuscrito Français 770. Chronique d'outremer. Biblioteca Nacional de Francia. Balduino II y el patriarca de Jerusalén recibiendo los votos de castidad, pobreza y obediencia, junto al voto de proteger a los peregrinos y los Santos Lugares por parte de los primeros templarios.

El objetivo de este primer cuaderno, el número 0, no ha sido otro que el de mostrar con unas breves pinceladas cual fue el campo de abono que se dio para la gestación de esta milicia de Cristo; cuales fueron los elementos que se conjugaron para que en la segunda quincena del mes de enero del año 1120, Hugo de Payens, Godofredo de Saint-Omer, y ciertos caballeros temerosos de Dios, prometieran los votos de castidad, pobreza y obediencia ante el patriarca y el rey de Jerusalén, añadiendo un cuarto voto que les haría protagonistas para siempre de la Historia, la defensa de los peregrinos y de los Santos Lugares.

Tiempo tendremos en profundizar sobre su gestación y su trágico final, sobre sus batallas y combates, sus rivalidades, sus encomiendas y enclaves, su regla, su vida como monjes, como guerreros, como banqueros…pero también como personas de carne y hueso, con sus miedos y sus dudas, sus alegrías y sus penas…en definitiva, sobre la historia, siempre documentada, de la Orden del Temple. 

FIN CUADERNO TEMPLARIO Nº0


☨ El Maestre